martes, 25 de febrero de 2014

ícaro.

los omóplatos me explotaron como cascarones de nidos ke van a parir dinosaurios, de eras ke ya pasaron y ke no existen más, me senté a ver tantos atardeceres nuevos y me siguen pareciendo hermosos, los sigo disfrutando, no tuve ke caminar sobre mis huellas para encontrarme, caminé de frente hacia mí sin forzarme y me abracé de nuevo, con fuerza, con color de nube y olor de arena, me desenredé los dedos ke se me habían entumecido y salté sobre el río de piedras ke me detenía, le kité el nombre de miedo y lo rebauticé como porvenir, como gaviota, como cielo, me pedí tregua y me di paz, me reconcilié con mi sombra y solté el equipaje ke debí haber dejado desde akel viaje ke nunca hice, ahora el aire me huele a eucalipto, a miel y todas las bocas me saben dulces, brotándome plumas de los labios cuando las beso. Los brazos ajenos me arrullan,y descubro brillos nuevos en ojos ke nunca vi, les sonrío a las caras ke se dibujan en las sombras a través de luces tornasol y dejo ke mis ganas de volar lleguen tan alto, hasta el sol, sin miedo de ke se me derritan las alas como a ícaro.

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