miércoles, 30 de diciembre de 2015

1460.

increíble la velocidad del tiempo, sus recuerdos, su sanación, hace 1460 días la felicidad tenía cara de boletos de avión, abrazos de despedida de mi papá deseándome un feliz año anticipado, escalas de aeropuertos y caras desconocidas que también corrían en año nuevo para llegar a sus destinos donde la gente que aman, amarán a la misma gente 4 años después, o serán igual que nosotros? Ver para atrás y pensar en las 8 vidas que se dejaron en esa piel que se tuvo que dejar en el camino para transformarse en una diferente, jústamente en estos días me he estado preguntando mucho por todo, sobre todo por mí, donde quedé? trato, creémelo que trato de volver a creer, de volver a tener la fe para agarrar los aviones necesarios sin importar nada, que sólo importe el hoy que es lo único seguro...si lo sabremos nosotros que nos creíamos los dueños del mundo un día como hoy, que nada ni nadie iba poder contra esto...quien pudo contra nosotros mismos? teníamos reservado el mar, el aire y lo que fuera necesario pero nada iba lograr que a las 12 de la noche del primer día del siguiente año no nos diéramos los abrazos acumulados , cuanto aprendizaje!! se me llenaron de escamas los pies y la arena que me tragué cuando se hundió el barco me abrió un hoyo en el estómago por donde salieron los peces que me pasabas con la lengua cuando me besabas, me tomó tiempo cerrarlo, le tuve que dar puntadas con atardeceres de isla para sanarlo porque el remedio para el veneno es siempre el mismo veneno, hasta que ya no duele, hasta que ya no sangra. Me reí hasta volverme liviana y flotar para que otros brazos y otros cuerpos me cubrieran de sudor y trataran de sacarme el corazón que dejé perdido en la última escala de regreso donde también dejé las maletas con la ropa de la mujer que ya no era, ya no la iba necesitar porque no me la quería poner si no la iban a ver tus ojos ni iban a ser tus manos las que la iban a quitar. Caminé, corrí, huí de mi misma porque te habías metido por cada orificio de las espinas que me salían de la columna y cuando me lamía la piel me sabía a mejillón con salsa de ajo y a nube con forma de hipopótamo vista por tus ojos, ahora me he vuelto a poner un vestido rojo y a despertar en el mar, lo hice inconscientemente, ya ni recordaba que día era hoy, que se conmemora el día que llevaba las maletas llenas de ropa blanca y estrellas de colores. Soy feliz, sé que lo sabés, y también sé que querés que lo sea, afortunadamente tengo más de 1460 razones para serlo y como siempre te dije que cada año nuevo que comienza sera mejor, porque todo lo que pasa es para bien y al menos lo que nunca perdí fue la esencia de creer que la vida es demasiado corta, que de un momento a otro no estamos y que sigue valiendo la pena sonreir para ser el espejo que hace sonreir a los demás.