lunes, 25 de mayo de 2015

inmune.

yo compro el pescado y no le tengo miedo a los ojos, me los como, les pongo limón, los saco cuidadosamente y los devoro...hace tiempo no sé que es el miedo, no me escondo, no me cohíbo ni me contengo, nadie va venir a decirme como, con quien y porqué, las alas se me extendieron desde pequeña y me elevan cada vez más alto...dejo en el camino al que no vuela porque no me gusta tener los pies en la tierra, no perdono las justificaciones para mantener la cabeza escondida como avestruces cuando hay un cielo con color de mar por el que se puede andar sobrevolando la palmeras...la paciencia es un privilegio guardado solo para los que demuestren merecerla y la luz de los rayos ya solo iluminan exclusivamente a los que nadan mar adentro para disfrutar el huracán de la tormenta, las raíces se niegan a establecerse y solo me reverdecen ramas que crecen cada vez más alto, cometo los crímenes dispuesta a pagar las condenas que merezco y la inmunidad se sentó a la par mía y me dijo el gran secreto: todo es para bien. *pintura gracias a Javier Zamora Valdés

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