kukulkán.

Dejame enroscarme, arrastrarme sobre vos cual víbora escamosa, dejame llenarte de mi sabia y luego succionarla con mi lengua bífida y venenosa para no matarte, y repetir el ritual cuando las plumas alrededor de mi cabeza se vuelvan tornasol con el resplandor de tu luz... Dejame dibujar ligosamente sobre tu dermis caminos y rutas ke solo vos y yo conozcamos el rumbo ke llevan, y kerramos seguirlos aunke sepamos ke no hay retorno, ke vamos directo a la perdición y rindamole tributo al nahual ke me ungió al nacer, el ke marcó mis cartas y mi cruz, el kukulkán, el quetzalcoatl, la fuerza y la energía ke soy y la ke kiero transferiste anfibiamente como la serpiente ke soy.